Escrito por: Christie A.
Llegamos hasta donde el jeep podía llevarnos en nuestra caminata rural. Estábamos documentando proyectos de agua, y este lugar era especialmente remoto. Mientras subíamos por las estrechas y polvorientas calles, el calor irradiaba a nuestro alrededor. Después de medio kilómetro de camino, el pequeño pueblo surgió ante nosotros. Alrededor, niños curiosos se asomaban a sus chozas para ver a los visitantes de su olvidado pueblo. Se intercambiaron sonrisas y rápidamente nos dirigimos al lugar del pozo. Costó un esfuerzo extra llevar la plataforma de perforación a esta comunidad, y tras horas y horas de perforación parecía que el agua estaba a punto de llegar. La emoción era palpable en el pueblo, todos los ojos estaban fijos en la plataforma de perforación y en este agujero que se estaba perforando profundamente en la tierra. De repente, el sonido cambió y el agua empezó a salir del agujero, transformando rápidamente el polvo en lodo y a medida que irrumpía también lo hacía la celebración. Las madres empezaron a llorar de alegría, los niños a bailar y los hombres no podían contener su emoción, en un instante esta comunidad se transformó gracias al regalo del agua. Mientras se colocaba el revestimiento del pozo, algunas chicas de la zona nos llevaron a ver el lugar en el que antes sacaban agua.
Caminamos por un sendero estrecho y polvoriento, turnándonos para equilibrar las vasijas de agua vacías, con nuestros cuellos sintiendo rápidamente el dolor. A los 10 minutos de nuestra pequeña caminata, salimos a la orilla de un lago mugriento. En el otro lado, el ganado vadeaba mientras las mujeres lavaban la ropa. Las chicas que nos acompañaban cogieron la olla, la llenaron de agua y la pusieron en la cabeza de otra chica para llevarla de vuelta. Volvimos hacia el pueblo y las niñas nos explicaron que hacían esta caminata varias veces al día para conseguir agua para su familia, mientras sus hermanos estaban en la escuela y sus padres trabajaban.
Esta historia se desarrolla en pueblos de todo el mundo cada día. En cada una de estas comunidades, encontramos duros recordatorios sobre el papel vital que desempeña el agua. Hay cuatro áreas vitales en las que vemos el efecto del agua: la salud, la comunidad local, la economía local y la paz dentro de la región.
Los niños de estas comunidades luchan contra las enfermedades transmitidas por el agua, ya que los parásitos y la diarrea son una combinación peligrosa para sus pequeñas estructuras. Estas comunidades sufren una pobreza generacional extrema, con pocas esperanzas de que la vida sea diferente para sus hijos. Muy pocas industrias pueden existir en estas condiciones y, por lo tanto, la disponibilidad de puestos de trabajo y el progreso económico es casi imposible. La lucha diaria y real por el agua deja a estas comunidades destrozadas, con peleas que estallan en cada fuente de agua disponible porque nunca hay suficiente para todos.
Cuando se lleva agua a una comunidad como ésta, como un regalo gratuito y accesible para todos, se transforma la comunidad. El agua limpia mejora en gran medida los resultados de salud de los niños, desbloquea la pobreza generacional, permitiendo que las niñas y las mujeres recuperen horas de su día dedicadas a buscar agua para aprender. Libera la economía de una comunidad, permitiendo la creación de más puestos de trabajo y fomentando la paz. Cuando hay suficiente para todos, ya no se trata de vecinos contra vecinos. En lugar de ello, hay suficiente para todos y la gente se une para construir comunidades.
El agua es poderosa y el regalo de agua limpia es uno que transforma a las comunidades durante generaciones.