Escrito por: Christie A.
La opresión social consiste en tratar injustamente a una persona o grupo de personas que son diferentes de otras personas o grupos de personas. Algunos ejemplos de opresión social son el racismo (tratar a las personas de forma diferente por el color de su piel o su etnia), el sexismo (tratar a las personas de forma diferente por su género), la persecución religiosa (tratar a las personas de forma diferente por su religión) y la opresión económica. (tratar a las personas de forma diferente en función de sus ingresos).
Con esta definición y comprensión compartida de la Opresión Social encontramos que las raíces profundas de la opresión social se encuentran en el mundo de la trata. La trata es un problema que crece rápidamente y que afecta a todos los rincones del mundo.
Ta trata prospera en las comunidades donde hay inestabilidad. Factores como la falta de alimentos, agua, educación e infraestructuras crean la vulnerabilidad necesaria para que los traficantes exploten a los más vulnerables y valiosos para ellos, los niños. En todo el mundo, cuando trabajamos con mujeres rescatadas de estos horrores, la historia de su tráfico tiene todos los hilos y temas comunes: la falta de alimentos, la necesidad de mantener a su familia, el abuso que comenzó en el hogar, una tragedia repentina, como un desastre natural, y nadie que cuide de ellas.
Existe una correlación directa entre la trata y la opresión social. En nuestra definición compartida de opresión social, encontramos cuatro ejemplos de opresión social: racismo, sexismo, persecución religiosa y opresión económica. Incluso mientras escribo esta lista, me vienen a la mente una historia tras otra, una comunidad tras otra, en las que podemos ver ejemplos de cada una de estas áreas en funcionamiento para crear vulnerabilidad, poner a los niños en riesgo y, en última instancia, hacer que los niños sean víctimas de la trata; su infancia se pierde, la trayectoria de su vida se altera.
Al trabajar en la lucha contra la trata de personas, hay conceptos erróneos comunes que surgen de las comunidades. Una de las que oímos a menudo es una versión del concepto "Si no se mantiene a algunas chicas para "este trabajo" entonces nuestras chicas (hijas, hermanas, madres, primas, amigas...) no estarán seguras para caminar por las calles". Este concepto, expresado en términos tan contundentes, es difícil de digerir, sin embargo, escuchamos versiones diluidas de él todo el tiempo, y la verdad es que esto es opresión. La opresión cree que hay razones aceptables para que alguien sea tratado de forma diferente. Para contrarrestarlo, debemos responder con un corazón de unidad que declare "si no está bien para mi hija, hermana, prima, amiga.... no está bien para nadie". Hasta que no podamos mirar en nuestro propio mundo y ver a todos como iguales, este concepto de opresión social seguirá prevaleciendo.
A medida que seguimos explorando el tema de la opresión social y utilizamos la información para educar a los que nos rodean, descubrimos que este tema es muy grande. Los problemas de la opresión social no pueden resolverse a través de un blog. La opresión social es sistémica y está arraigada culturalmente. Acabar con la esclavitud no se consigue sólo contando historias, sino que requiere acción.
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