Por: Christie A. 

Cuando usted alimenta a niños hambrientos con nosotros, no sólo está llenando estómagos, está transformando vidas. La comida crea un efecto dominó que afecta a todos los aspectos de la vida de un niño. 

La alimentación favorece la salud y el desarrollo. Puede parecer el efecto más obvio, pero merece la pena celebrarlo. Dar comida no es sólo evitar el hambre, sino que marca una trayectoria saludable en la vida de los niños. La salud física y mental de los niños puede florecer cuando tienen los alimentos que necesitan.

La alimentación apoya la educación. ¿Has intentado alguna vez hacer una tarea con el estómago vacío? Aprender sin alimentarse es todo un reto. Cuando los niños disponen de los alimentos adecuados, pueden concentrarse y tener éxito en la escuela. ¡La alimentación beneficia su futuro!

La comida es protección. La falta de alimentos expone a los niños a los traficantes. Hemos visto que la falta de alimentos tiene un impacto directo en la seguridad de un niño. Los traficantes buscan puntos vulnerables que explotar, y no tener comida es una puerta abierta de par en par al abuso. Proporcionar alimentos a los niños y a sus familias los mantiene a salvo.

Toda esta transformación comienza en el momento en que deciden asociarse con nosotros para alimentar a niños en situación de riesgo. ¿No es genial? Juntos podemos asegurarnos de que los niños tengan suficiente para comer, proteger su inocencia y construir su futuro. 

Cuando alimentas a un niño, cambias la trayectoria de toda su vida.

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