Escrito por: SOS Internacional
Cada día surgen nuevos retos y oportunidades en la lucha contra el hambre. Observaciones recientes ponen de relieve el cambiante panorama de la seguridad alimentaria en todo el mundo. Los datos de destacados investigadores subrayan los distintos niveles de inseguridad alimentaria que experimentan las diferentes regiones, en los que influyen muchos factores.
En todo el mundo
Aproximadamente 1 de cada 11 personas pasa hambre en el mundo, y África sufre en gran medida esta crisis. El 20,4%, es decir, 1 de cada 5 personas del continente africano, padece inseguridad alimentaria.¹ Le sigue Asia, una zona del mundo en la que trabajamos, con una tasa de hambre del 8,1% en una región que alberga a más de la mitad de la población hambrienta del mundo. América Latina, otra región en la que trabajamos, se sitúa en el 6,2%. Parece probable que en América Latina se produzca un aumento de la inseguridad alimentaria, ya que la región se encuentra actualmente en un crisis migratoria.
Dicho esto, la situación global de inseguridad alimentaria no ha mejorado. De 2022 a 2023, el hambre aumentó notablemente en Asia Occidental, el Caribe y varias subregiones africanas. En 2023, se calcula que 2.330 millones de personas, el 28,9% de la población mundial, sufrieron inseguridad alimentaria de moderada a grave. ², que se enfrentan a la falta de acceso fiable a una alimentación adecuada. Entre ellos 864 millones de personas, aproximadamente el 10,7%, sufrían inseguridad alimentaria grave. ³, lo que plantea graves riesgos para su salud y bienestar.
Distinción de los niveles de inseguridad alimentaria
Adaptado de FAO'Definiciones⁴
- Inseguridad alimentaria leve: Personas que no están seguras de poder obtener alimentos suficientes en un futuro próximo.
- Inseguridad alimentaria moderada: Personas que se ven obligadas a renunciar a la calidad y variedad de su alimentación. Esto puede incluir reducir su consumo total de alimentos y saltarse comidas.
- Inseguridad alimentaria grave: Las personas que sufren inseguridad alimentaria grave suelen haberse quedado sin comida y, en casos extremos, pueden pasar un día o más sin comer.
Norteamérica
En Estados Unidos, los datos más recientes muestran que más del 13,5% de los hogares del país padecen inseguridad alimentaria.⁵ Una característica única de Norteamérica y Europa es que la inseguridad alimentaria es más frecuente en las zonas urbanas que en las rurales (las zonas rurales siguen enfrentándose a retos únicos que conducen a la inseguridad alimentaria). Por ello, grandes ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Houston y Dallas registran mayores niveles de inseguridad alimentaria debido al tamaño de su población, el coste de la vida y la demanda de alimentos.
Texas es testigo de algunas de las tasas más altas de inseguridad alimentaria del país. Desde 2021, la tasa de inseguridad alimentaria ha aumentado bruscamente al 16,4% de los tejanos. Es decir, 1 de cada 6 personas, un total de casi 5 millones.⁶ Esto se siente con fuerza en nuestro propio patio trasero en el área de DFW, donde la tasa de inseguridad alimentaria es del 20,8 por ciento, con 286.860 niños, o 1 de cada 5, frente al 15,8 por ciento en 2021.⁷.
Cómo nos alimentamos
La carga de la inseguridad alimentaria es un problema mundial que afecta a cada comunidad de forma diferente. Por ello, nuestras iniciativas de alimentación se adaptan a cada necesidad. Nuestras estrategias incluyen alimentación de emergencia, alimentos especialmente formulados para combatir la desnutrición extrema, almuerzos escolares y programas de alimentación en verano.
Llevar a cabo esta estrategia alimentaria en todo el mundo, trabajamos con Redes Locales de Asistencia que saben cómo apoyar eficazmente a sus comunidades. Estas asociaciones desempeñan un papel vital a la hora de lograr un impacto positivo cuando la brecha del hambre es cada vez mayor. Al trabajar con las Redes Locales de Atención, no sólo satisfacemos las necesidades de la comunidad, sino que también contribuimos a la prevención de la trata en las comunidades donde los traficantes están activos. Por eso, ¡la alimentación es poderosa para crear seguridad y salud a largo plazo para los niños en situación de riesgo!
Ningún niño merece pasar hambre. Para saber más sobre el hambre en el mundo, consulte los siguientes recursos.